Donald Trump ha sido nominado
oficialmente candidato a la república por parte del Partido
Republicano. El magnate logró superar los 1.237 votos de los delegados, el
mínimo necesario para oficializar la nominación.
¿A qué se debe su
ascenso en el cual ha dejado en la
cuneta a los más importantes líderes
políticos del partido republicano?
EN PRIMER
LUGAR recibió más cobertura mediática positiva que
Hillary Clinton. Trump, que empezó como la oveja negra o como el “invitado
bufón” del Partido Republicano, siempre subió en las encuestas, y fue la gran
sorpresa de las elecciones. En cambio Hillary Clintón lideraba las
encuestas desde el inicio pero su rival Bernie
Sanders dio la pelea; entonces, el electorado
norteamericano percibió que la noticia importante era
quien subía y quien bajaba en las encuestas y ese fue un contexto positivo para
el magnate inmobiliario.
El Shorenstein Center, de
Harvard Kennedy School’s ha estudiado el tema y sostiene
que la cobertura noticiosa de la campaña favoreció ampliamente al
actual candidato republicano a la presidencia de la
república[1].
Por otra parte Trump
prefirió la cobertura gratuita que la clásica campaña diseñada.
EN SEGUNDO su imprevisto ascenso genero una división en
el partido republicano que lo favoreció. Esta
campaña ha polarizado al partido republicano al
punto que se han tenido que adoptar
las medidas populistas de la campaña de Donald Trump como
el de la construcción de un muro en la frontera con
México y ha quitado el protagonismo a los
propios líderes del partido que en algunos casos han
tenido que sumarse a la candidatura en consonancia con el
gran apoyo popular del candidato.
“Donald Trump ha tocado los
nervios adecuados que enfadan a la gente desde hace mucho tiempo”, declara a El
Confidencial Robert J. Auth, parlamentario y delegado alterno de Nueva Jersey.
“Los trabajadores estadounidenses necesitan esperanza, pero no de la
marca Obama. No hay una verdadera recuperación. Seguimos recibiendo esos
números del departamento de trabajo que parecen ficticios. Hay que probar otra
cosa”.
La actitud de los votantes
había cambiado. Estaban
furiosos. Se sentían estafados. Hay obreros que siempre han sido demócratas y
que votan por Donald Trump. Hay independientes que votan por Donald
Trump", señala el republicano Huckabee. La gente siente que ha sido dejada
en la estacada por las élites financieras, políticas, culturales y mediáticas.
Y quiere castigarlas. Ahí es donde entra Trump, igual que el movimiento para
sacar al Reino Unido de la Unión Europea", explicaba Huckabee antes de
interrumpirse y decir: "¡Ahí va el avión de Trump!".
El mensaje tradicional
republicano ha sido borrado del mapa. No hay alusiones al sector
privado, a la privatización del sistema de pensiones, a la reducción del tamaño
del Estado, a bajar los impuestos. Solo hay furia. O, más bien,
odio.
“El núcleo del electorado se ha
movido hacia los márgenes ideológicos, donde la verdad es negra o blanca en
lugar de gris”, señala Seib en The Wall Street Journal.
El electorado poco informado
recibe los mensajes simples y claros y que se relacionen con su vida
diaria. Trump les ha dado eso con un discurso alejado de las
consabidas políticas públicas y enredados temas presupuestales tal como
lo señala un artículo del post.
Alberto Montaner al
respecto hace bien en resaltar que “Trump encarna la respuesta de la tribu
blanca estadounidense frente a otras tribus que le disputan la hegemonía social
del país”. La s otras “trubus” serían los latinos y los árabes por
ejemplo. Algo muy simplon pero de una importancia emocional
determinante.
EN TERCER
LUGAR un oportuno discurso nacionalista. “América primero”, ese ha sido uno de los
principales lemas de Donald Trump durante su campaña Lo ha sostenido durante
toda la campaña y ha funcionado.
Informa la Vanguardia que
“en esta misma línea reconoció que su enfoque para tratar con los aliados y los
enemigos de EE.UU. es radicalmente diferente a lo que se ha visto anteriormente
en el partido republicano. Trump dijo que la mayoría de candidatos republicanos
desde el final de la Segunda Guerra Mundial han querido centrarse en el papel
internacionalista del país para convertirse en “la nación indispensable”, algo
así como el guardián de la paz. “Estamos gastando una fortuna en militares (800
billones de dólares) y eso no suena muy inteligente para mí”.
Este tipo de opiniones, entre
otras es la que ha conseguido adhesiones de todo tipo. Para el magnate
primero hay que cuidar EE.UU. antes de preocuparse por el resto de países del
mundo. Así lo ha vuelto a recordar en una entrevista en The New York Times donde
ha puesto en tela de juicio si defendería a los miembros de la OTAN en un
ataque.
EN CUARTO
LUGAR. Es un empresario exitoso. Si
deja sus negocios por la política es por puro gesto patriótico, un sacrificio
que es bien valorado por sus seguidores.
La meteórica y exitosa campaña de
Donald Trump es un ejemplo más de que en política nada es
imposible. Esperaremos con expectativa los resultados de estas elecciones.
En política no hay imposibles. Donald Trump candidato a la presidencia de Estados Unidos
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16:37:00
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