El deporte tiene salida: aquí la mostramos

El Congreso de la República se puso las pilas y aprobó 4 proyectos de ley a favor del deporte.

El PRIMERO de ellos intenta reivindicar la Educación Física en los colegios públicos. Si bien el actual Ministro Saavedra (2016) comprendió que este curso no podía estar fuera de la currícula de estudios, el actual proyecto de ley considera que la Educación Física tiene una acción determinante en la conservación y desarrollo de la salud en cuanto ayuda al ser humano a ajustar pertinentemente las reacciones y comportamientos a las condiciones del mundo exterior. Además, promueve y facilita a los individuos el alcanzar a comprender su propio cuerpo, sus posibilidades, a conocer y dominar un número variado de actividades corporales y deportivas, de modo que en el futuro pueda escoger la más conveniente para su desarrollo y recreación personal, mejorando a su vez su calidad de vida por medio del enriquecimiento y disfrute personal y la relación a los demás. Para ello, los colegios públicos deberán contratar al experto en la Educación Física, que no deberá ser ese profesor que juega “pichanga” o te hace saltar al taburete, sino ese que se involucre en la nutrición, salud corporal, deportes, estadística y más y para ello contará con un mejor salario y capacitación. El efecto será que –del otro lado- el colegio privado verá un resultado que lo obligará a ir por más y mejor.

En SEGUNDO lugar está el deporte en las universidades, tanto públicas como privadas. En este aspecto, la universidad queda obligada a implementar los PRODAC (Programa Deportivo de Alta Competencia). Para ello se deberá ofrecer todas las facilidades a los alumnos-deportistas de alto rendimiento o calificados (nivel internacional) en por lo menos 3 disciplinas, con la finalidad que cuenten con entrenadores, infraestructura deportiva y flexibilidad en las evaluaciones respecto a los horarios y las ausencias, incluyendo la posibilidad de contar con un tutor cuando se conveniente viajar para competir.

TERCERO; aparece la Ley de Mecenazgo Deportivo, la que busca que las empresas privadas apoyen el deporte y reciban un beneficio directo por ello. Pueden individualizar el apoyo financiero a un (os) deportista (as) –con discapacidad si fuera el caso- o a los entrenadores, obteniendo una deducción máxima del 10% de los impuestos que estuvieran obligados a pagar. También se pudo incluir -como beneficiarios de esta ley- a los gobiernos locales y regionales, en otra ventaja que no sea impuesto.

Y CUARTO, el deporte profesional. Esta ley, acomoda correctamente la actual Ley del Deporte en lo siguiente: 1) Asigna una participación equitativa -en la asamblea de bases de las federaciones deportivas- a los tres protagonistas de éstas. Un tercio para los clubes profesionales; un tercio para las ligas departamentales y un tercio más para quienes sorprendentemente estaban excluidos de votar como son los mismos deportistas, los árbitros y los entrenadores. 2) Regula la fusión de los clubes y 3) Obliga la activación del registro de las organizaciones deportivas.

Nuestra aventura en el deporte tiene luz al final del camino, sólo falta la gente idónea para su conducción porque materia prima hay. Éxitos, Perú.