El fantasma del autoritarismo y de los
golpes de estado vuelven a Latinoamérica. El presidente nicaragüense Daniel
Ortega, aspira a su tercer mandato seguido y prohíbe la observación electoral
en los comicios de noviembre.
El mandatario
en un acto de soberbia manifestó lo siguiente: “Observadores sinvergüenzas.
Aquí se acabó la observación, que vayan a observar a otros países”, dijo
Ortega, quien ha criticado el papel del secretario general de la OEA, Luis
Almagro, en crisis como la de Venezuela. “Ahí no hay observación, ni Unión
Europea ni OEA, que se vaya a pronunciar. Ellos saben que en
Nicaragua se enfrentan a un pueblo que tiene vocación antimperialista”. Dice el
mandatario.
La Convención Nacional del Frente
Sandinista de Liberación Nacional, celebrada en la capital de Nicaragua en junio
de este año, ungió por séptima vez al exguerrillero Daniel Ortega como
candidato presidencial, debemos recordar que Ortega también fue presidente del país de 1984 a 1990.
El FSLN pasó de ser un movimiento
guerrillero que derrocó la dictadura somocista a un partido de izquierda, que
disputó el poder en Nicaragua al convertirse en la principal organización
opositora, tras la derrota electoral de 1990, cuando Ortega perdió el poder
frente a Violeta Chamorro. Para analistas en Managua, sin embargo, el Frente es
ahora una organización familiar, controlada por Ortega y Murillo (su esposa) ,
de la que ya salieron las más importantes figuras de la revolución sandinista
informa Carlos Dalinas en el diario El País de España[1].
El Consejo Supremo Electoral (CSE) de
Nicaragua destituyó de sus cargos a 16 diputados propietarios y 12 suplentes de
la principal bancada de oposición, a raíz de recientes cambios en la dirección
del Partido Liberal Independiente (PLI), informa la agencia de noticias
Deutsche Welle. En la purga se incluye la disidencia sandinista.
Los diputados fueron destituidos de sus
escaños por una resolución del Consejo Supremo Electoral (CSE), que fue acatada
este viernes por la directiva legislativa, dijo la presidenta del Parlamento,
la sandinista Iris Montenegro, en rueda de prensa.
Bajo el mando de Montealegre, coordinador
del principal grupo opositor, el PLI
ganó 24 de los 91 diputados propietarios de la Asamblea Nacional en noviembre
de 2011, donde eran la segunda fuerza política después del oficialismo. Sin
ellos los que han salido.
Los opositores consideran que los
comicios, sin su participación, serán una "farsa" en la que Ortega se
validará gracias a la complicidad del resto de partidos minoritarios que sí
competirán con el sandinismo, favorito de la población según recientes sondeos.
Hace un mes esta misma institución La
mayor instancia judicial de Nicaragua dio un duro golpe a la oposición al
invalidar la candidatura de Granera y de su compañero de fórmula, el diputado
Luis Callejas. Esta controvertida decisión dejo a Ortega como candidato único
(y perpetuo) del país centroamericano.
La situación se da a menos de cuatro meses
de las elecciones del 6 de noviembre, cuando los más de tres millones de nicaragüenses elegirán a un presidente, un
vicepresidente, 90 diputados nacionales y otros 20 ante el Parlamento
Centroamericano. [1]
La democracia como sistema de gobierno
vive un proceso de involución en Nicaragua soriene un análisis de la fundación
Friedrich Ebert Stuftung. “Ello se manifiesta en la fragilidad de las
instituciones y una escasa cultura de diálogo, que impide el pluralismo y
propicia controversias en los procesos de toma de decisiones políticas. Esto
además, limita el ejercicio de los derechos políticos de amplios sectores de la
población, particularmente de jóvenes y mujeres; tanto en lo que respecta a la
participación activa y pasiva en las elecciones, como a la aplicación de leyes
para garantizar el libre acceso a la información[2]”.
El Congreso de Nicaragua ya estaba dominado
por los partidarios de Ortega, agrupados en el Frente Sandinista. Ellos aprobaron una reforma constitucional, disfrazada de
"democracia directa", que permitirá la reelección indefinida y
autorizaría al presidente a dictar decretos ejecutivos con fuerza de ley.
“La matriz para demoler la democracia
nicaragüense es similar a la empleada en Venezuela. No obstante, el sistema
interamericano permanece en silencio, sin animarse a recurrir a sus
"cláusulas democráticas", que en apariencia sólo se aplican en casos
de golpes de Estado desembozados y no cuando por otras maniobras se tiende a
destruir las estructuras constitucionales” apunta una editorial del diario la
Nación [3].
Esto se conoce en la doctrina como
“Fraude a la constitución” Se cumple en la forma pero no en el fondo.
El objetivo es claro, limpiar el terreno
de oposición para perpetuarse en el poder
dentro de un contexto político de
instituciones débiles, formas autocráticas
de tomar decisiones en vez de
las formas democráticas establecidas en la constitución. Otra perla
más de los líderes del “socialismo del siglo XXI”.
---
[2] http://www.elcomercio.com/actualidad/partido-danielortega-destitucion-opositores-parlamento.html
[3] http://www.fesamericacentral.org/nicaragua/democracia.html
[4] http://www.lanacion.com.ar/1654369-nicaragua-y-la-democracia
El Presidente Daniel Ortega consigue el poder absoluto en Nicaragua
Reviewed by ContraPoder
on
21:40:00
Rating:

No hay comentarios: