Rodrigo Duterte es el
presidente de Filipinas y la gente lo llama “el castigador”. Tiene 71 años, es abogado, ha sido fiscal
y fue alcalde de Davao, en la isla de Mindanao,
durante 22 años en distintos periodos.
Holman Rodríguez nos
recuerda que “su gestión de más de dos décadas al frente de la alcaldía de
Davao fue cuestionada por organismos como Human Rights Watch, que denunció que
tuvieron lugar más de 1.000 muertes desde finales de los años 90 producto de
aparentes escuadrones de la muerte”.
Rodrigo Duterte llegó
al poder prometiendo en campaña 100.000 muertes de quienes considera
criminales. Los votantes le creyeron y votaron por él.
Desde su llegada al
poder, hace 8 semanas, 1.900 personas
han muerto por acción de la policía y patrullas de voluntarios en una
cuestionable guerra a la delincuencia informa, en el diario español el País,
Jaime Marirrodriga[1].
Estos “enemigos de la sociedad” han muerto por acción de la policía y patrullas
de voluntarios en una cuestionable guerra a la delincuencia.
El plan antidrogas de
Duterte se refleja en sus órdenes:
"Mis órdenes son de disparar a matar. No me importan los derechos humanos.
Créame. Esta guerra es contra las drogas y aquí tenemos una crisis"
A la comunidad en
general los ha exhortado a participar en la campaña de manera activa y
terrible: "Si conoces a algún drogadicto, ve a por él y mátalo tú mismo ya
que pedir a sus padres que lo hagan sería demasiado doloroso", instó en
julio pasado. El resultado ha sido más
de 1000 personas ejecutadas por las rondas urbanas.
La llamada lista de la
muerte parece estar fuera de control, con cuerpos esparcidos en lugares
públicos. De hecho, los cuerpos, según un artículo publicado en The Guardian,
están envueltos con cinta y tienen etiquetas en las que pone
"ladrón", "traficante" o "drogadicto. "Pero la
certeza de si las personas asesinadas eran o no culpables nunca será probada y
esto ni siquiera se cuestiona", se lee en la publicación del medio
británico[2].
El jefe de Policía de
Filipinas, Ronald de la Rosa, explicó que la lucha contra la droga está
respaldada por la ciudadanía y ha permitido limpiar su propio departamento de
agentes relacionados con el narcotráfico. Frente a una comisión de Senado que
investiga abusos en esta campaña, De la Rosa dijo que las 756 de las muertes
producidas hasta ahora fueron causadas en operaciones policiales, debido a la resistencia
de las víctimas a ser detenidas. Mientras que el resto de las muertes las
atribuyó a la autoría de grupos de vigilantes, a los que no identificó.
En su testimonio, el
jefe policial también manifestó que más de 670 mil personas se han entregado a
las autoridades y más de 11 mil han sido detenidas por su relación con las
drogas. De la Rosa señaló que el número de personas que se han entregado
demuestra la fortaleza de una campaña que ha contribuido a “un descenso
significativo” del número total de crímenes[4].
Expertos de la ONU
exigieron al Gobierno de Manila que ponga freno a sus métodos de control contra
el narcotráfico. El presidente ha respondido que si la ONU no apoya Filipinas
no formara parte de ese organismo internacional.
Opino que esta estrategia brutal, asesina y antidemocrática solo
dará resultados a corto plazo. Los
muertos ejecutados pertenecen a las
clases bajas que viven en las chabolas y
consumen y microcomercializan el “shabo” las anfetaminas de moda en Filipinas.
Los problemas en Filipinas son muy complejos y el narcotráfico no es el único. Pobreza,
corrupción, una guerrilla comunista en
plena negociación de paz y un reciente grupo terrorista que le ha jurado lealtad al ISIS.
Los “afectados” con
esta campaña no tardarán en reagruparse y contratacar lo que supondrá una mayor
violencia. Cuando el presidente se comporta como jefe de los delincuentes el estado de derecho queda herido de muerte.
[1]
http://elpais.com/elpais/2016/08/26/opinion/1472232468_748631.html
[2]
http://rpp.pe/mundo/asia/por-que-filipinas-apoya-a-un-presidente-que-causa-cientos-de-asesinatos-noticia-986599
[3] http://www.dw.com/es/la-otra-guerra-contra-las-drogas-el-caso-de-filipinas/a-19501201
El Presidente filipino Duterte y su guerra contra las drogas
Reviewed by ContraPoder
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9:59:00
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