Murió Alvin Tofler: El gran divulgador de la actual sociedad del conocimiento

El lunes 25 de junio falleció el sociólogo norteamericano Alvin Toffler autor de obras tan conocidas como el shock del futuro y la tercera ola.

Consultor internacional asesoro a varios gobiernos del mundo incluyendo el norteamericano para tratar de visualizar las tendencias de los cambios tecnológicos.

En el 2006 publico su último libro “La revolución de la riqueza” en donde de manera magistral hace una síntesis de los grandes cambios operados por el impacto dela tecnología en la sociedad.

Desde los años 60 investigó sostenidamente los cambios que la sociedad del conocimiento (la actual) generaría en la vida social señalando puntualmente el boom de las telecomunicaciones o el internet, el aumento del teletrabajo, , el comercio electrónico, la desmasificación de la producción industrial y otros fenómenos comunes en la actualidad pero en germen a fines del siglo XX.

En su último libro propone que lo que estamos viviendo es un cambio civilizatorio tan contundente como lo fue el descubrimiento de la agricultura hace 10 mil años o la industrialización hace 300 años.

Este cambio civilizatorio generaría alteraciones profundas en los modos de vivir de las personas afectándolos en la totalidad de su relaciones sociales, en la forma de trabajar, en la forma de consumir, en la forma de educarse, etc.

La idea fuerza en su libro “la revolución de la riqueza” es la siguiente: “El cambio revolucionario (…) es un trastorno similar —aunque más radical si cabe— al de la revolución industrial, cuando miles de cambios sin relación aparente se unieron para formar un nuevo sistema económico, nada menos que acompañado de un nuevo estilo de vida, una nueva civilización llamada «modernidad»”.

Vaticinó acertadamente los cambios en el mundo de la empresa señalando la desmasificación de la producción, la informatización de los pagos vía el internet, la digitalización de la gestión y servicio bancarios.

A nivel institucional señalo que los gobiernos no podrán adaptarse a la mayoría por no contar con las herramientas correctas para hacerlo. Muchas de las instituciones aceptadas el día de hoy cambiaran a fin de adaptarse a las nuevas realidades.

Si consideráramos-propone el autor- las instituciones que actualmente organizan la vida social y como se adaptan estas a la “revolución de la riqueza” propuesta en su libro nos dice: “La revolución de la riqueza actual abrirá incontables oportunidades y nuevas trayectorias de vida no solo para los empresarios creativos de negocios, sino también para los empresarios sociales, culturales y de la educación. Abrirá nuevas oportunidades para atacar la pobreza tanto en el interior de cada país como a escala mundial”.

Pero la propuesta más interesante es como el cambio nos afectara a las personas. Analiza como “nuevas estructuras empresariales, sino nuevos formatos familiares, nuevos tipos de música y de arte, comidas nuevas, modas y paradigmas de belleza física, nuevos valores y nuevas actitudes hacia la religión y la libertad personal. Todo ello interactúa con el nuevo sistema de riqueza emergente y lo moldea”.

“En la actualidad, los roles tradicionales están cambiando a gran velocidad en muchos países en transición hacia las economías del conocí miento, con repercusiones a la vez psicológicas y económicas en maridos y esposas, padres e hijos, profesores y estudiantes, jefes y trabajadores, parientes políticos y activistas, ejecutivos y jefes de equipo. No solo se cuestionan las tareas o funciones de las personas, sino las expectativas sociales que acarrean.

En el trabajo, y fuera de él, el resultado es una creciente ambigüedad, gran incertidumbre, complejidad y conflicto, a medida que tareas y títulos son continuamente renegociados. Vemos estrés y desgaste cuando los roles de médicos y enfermeras, abogados y pasantes, policías y asistentes sociales son puestos en duda y redefinidos de un modo jamás visto desde la eclosión de la revolución industrial.

Las revoluciones también destruyen límites. La sociedad industrial estableció una frontera nítida entre la vida doméstica y la vida laboral. Para los millones de personas que hoy día trabajan desde su casa, la línea se ha difuminado. Incluso el «quién trabaja para quién» se vuelve menos claro”.



El motor que lidera este cambio el autor lo encuentra en la empresa y los negocios y la sociedad civil. En la gente comerciando libremente y adaptándose a las nuevas realidades. Se van quedando rezagados los gobiernos y su sempiterna burocracia en especial los congresos y la producción de legislación desfasada, los sistemas educativos ya obsoletos para estas nuevas realidades incluyendo escuelas y universidades.

Gran aporte de este autor que durante toda su vida se dedicó a visualizar los cambios sociales posteriores a la segunda guerra mundial y a advertirnos de las grandes oportunidades detrás de estos cambios en apariencia caóticos. La lectura de sus obras será de mucho provecho para quienes se sientan desbordados por la gran cantidad de cambios que genera la actual economía y que el autor bautizo como “el shock del futuro”.