De heladas y friaje

Las mañanas se tornan sombrías. Aún no es invierno y el frío arrecia en la Región Altoandina y en la Selva. En Lima se respira humedad. El Perú vuelve a levantarse con las noticias de más víctimas a causa del friaje y de las heladas. Los niños mueren por neumonía y van engrosando las cifras que todos los años, tristemente, se incrementan. Y como siempre, los más vulnerables son los más pobres a los que el Estado aún no llega.

Entre junio y agosto las regiones de Puno, Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Moquegua, Cerro de Pasco, Cusco, Junín, Tacna, Loreto, San Martín, Ucayali y Madre de Dios son las más afectadas. Y la medida que han tomado los gobiernos hasta la fecha es declarar en estado de emergencia a estas zonas en esas épocas, lo cual no frena que haya víctimas mortales y por ello deben plantearse otras medidas que detengan lo que por décadas nadie puede resolver.

El flamante presidente del Perú Pedro Pablo Kuczynski prometió en su campaña electoral que los peruanos pagaremos el gas más barato de Sudamérica, implementando sistemas de distribución en las principales ciudades del país, en un plazo no mayor a tres años. La propuesta es buena y contempla dos etapas. En la primera de ellas favorecerán a Cusco, Puno y Juliaca. Este sería un gran avance que hay que saludar, porque por fin en esas regiones dejarán de intoxicarse con el humo de la leña de sus cocinas y podrán contar con sistemas de calefacción a gas.

No obstante hay proyectos que deben de apoyarse como el que viene poniendo en práctica, a baja escala, la ONG World Vision Perú sobre Hogares saludables, con ambientes cálidos resistentes a las bajas temperaturas y con todo un programa que apunta no solo a mitigar el tema de las heladas, sino también: “al ordenamiento de sus viviendas y la diversificación de fuentes alimenticias, junto con un proceso de capacitación sobre salud, nutrición y desarrollo de la niñez para forjar hábitos saludables en las familias y promover el cuidado del medio ambiente”, según lo informan en su página web.

En Lima se respira humedad. Las enfermedades que afectan las vías respiratorias vuelven a presentarse, a pesar de la buena alimentación, las medicinas, el abrigo, el techo que nos cobija. En las regiones mencionadas el hielo cubre las casas, bloquea los caminos. Impide que los niños lleguen a sus escuelas. La ganadería y la agricultura colapsan. Y mientras esperamos que las promesas se hagan realidad, las manos se van entumeciendo, los pies que calzan yanquis van poniéndose morados, negros, la sangre no circula, la muerte llega.