Sobre el Derecho y la política en Platón: Dictadura e inocencia

Platón analiza las leyes en su obra “Hipias Mayor o de lo bello” del cual podemos concluir que el derecho es algo distinto a las leyes escritas, y son acordes cuando las leyes escritas están bien hechas y se ajustan con el bien supremo de la ciudad, es decir el derecho será aquello que es a favor de la ciudad, empero algunos podrían ver que existe una subjetividad porque para cada ser humano ese bien podría ser distinto. ¿Qué es el bien supremo para la ciudad? ¿Quiénes son los que deberían de entender ese bien supremo?, Platón cierra esa posible cuestión indicando que los llamados a entender este bien supremo son solo los sabios, no la gran mayoría. Los sabios son los que, con Sócrates, creen en la identidad fundamental de lo útil y del bien—en sentido, puro, de hecho, la palabra «bien» designa en griego más lo «útil» que el «bien moral», el cual se designa de ordinario por el término «bello» en la lengua corriente. Trasladando esta forma de ver las cosas a la actualidad no podríamos entender que el bien supremo se entienda solo a la ciudad, sino a la humanidad, en general, en caso contrario podría servir de fundamento para que determinado país busque el bien supremo de sus ciudadanos en contra de los de otro país y tales intereses serían identificados como derecho por ser su bien supremo. En este sentido es importante que los ciudadanos se percaten de la importancia de lo bueno y malo, de lo que les conviene y lo que no, según Platón en su obra “La República, o de la justicia” esto se puede ir formando por la educación que se otorgue, por lo que, indica que es necesario que decidamos que podrán leer y que no los niños: “… Por lo cual seguramente convenga antes de nada que las primeras fábulas que oiga el niño sean también las más adecuadas para conducir a la virtud”. Indicando además que los fundadores de la ciudad se remiten a indicar los modelos a los que deben de atenerse los poetas sobre las obras que deben de publicar, por lo que podemos observar que la formación de lo virtuoso, de lo que creemos bueno o malo podría ser moldeado por la educación. En cuanto a la justicia, Platón entiende que es hacer cada uno lo suyo, refiriéndose en que las labores de cada ciudadano no deben de entrometerse en las funciones de otros.

Para Platón la educación tiene mucho que hacer con los hábitos, costumbres o virtudes de los ciudadanos, esta educación es desde que el ciudadano es un bebe, por lo que podemos ver que la decisión política de brindar tal educación es fundamental, además que ir seleccionando los mejores hábitos es una decisión eminentemente política, formándose así poco a poco las leyes que se ajustaran al derecho.

Por otro lado, Platón indica que el legislador debe de proponerse tres cosas: Que la ciudad a la que da leyes debe de ser libre, debe de estar unida y debe de ser sensata, siendo estos tres puntos producto de decisiones políticas, es decir el legislador busca que las cosas funcionen correctamente dentro de la sociedad y deben de corregir los hábitos negativos.

Por lo que, podemos ver que en una ciudad donde todo lo tienen fácil acogen malos hábitos y el legislador tendría que ser muy hábil para poder emitir leyes que corrijan y mantengan bien los hábitos de los ciudadanos, es decir el legislador tiene este fin de corregir las actitudes de los ciudadanos, lo que coincide con el principio de corrección que explica Robert Alexy.

En conclusión, para Platón las leyes no escritas son las tradiciones, costumbres o hábitos que se ajustan a la sabiduría y mesura (es decir ya han sido seleccionadas y corregidas por quien o quienes detentan el poder), además que para que las leyes escritas tengan plena validez es necesario que coincidan con este derecho no escrito, a fin de que no caiga la sociedad, y en caso de que el legislador deba de corregir algún mal hábito pues debe de darle un carácter sagrado a la corrección por medio de la voz pública y la educación, empero finalmente debemos de hacer una crítica a Platón, ¿Quién decide lo que es mejor para el pueblo?, si lo útil y lo bueno es lo mismo, ¿quién decide qué es lo útil? ¿Lo útil para quién? Acaso lo útil para algunos es útil también para todos, pues la verdad que veo demasiada inocencia en Platón, una gran visión de dictadura (propone que no se difunda lo malo, seleccionar que se debe de leer) y esclavismo mental en el cual todos debemos de ser doblegados a pensar de la misma manera, y aquel que no piense de esta manera está en contra de todo lo bueno, está en contra de lo sagrado, es más no es un sabio, es uno más de la masa; en realidad existe demasiados vacíos en Platón para no darse cuenta que esto es imposición de una mentalidad de una forma de ver el mundo a través de herramientas políticas como el derecho y la educación, seamos realistas como Nietzsche “Un político divide a las personas en dos grupos: en primer lugar, instrumentos; en segundo, enemigos”.